El futuro sucesor de Marta Minujín estaba haciendo arte con una botella de plástico, unos papeles y cinta de pegar de esa de papel.

- Mamá, se me gastó la cinta. -Informa mostrando en alto el rollo vacío.
- Bueno. - Digo yo.- Después compramos otra.
- Es que la cinta no dura para siempre. - Dice, meneando la cabeza. Y reflexiona: - De hecho, nada dura para siempre... ni las personas, ni las botellas, ni la cinta...

- Yo ya no se que voy a hacer para cuando crezca. ¿Vos que crees que pueda llegar a ser?
- Antes querias ser ingeniero de trenes, ¿ahora no?
- Y... no mucho.
- ¿Y que otras cosas pensás que podrías ser?
- Por ahí... cantante.
- ¿De qué tipo de música?
- No sé, tipo rock, o algo así.



Por lo menos, no dijo cumbia...

Yo estaba embobada viendo esta imagen del sol sobre las nubes  y otras fotos de la escalada en montaña de Mark, un muchacho alemán que conocí en Bolivia y que se dedica a estos deportes.

Ale se me para atrás, con la manito en mi hombro y me pregunta:

- Si pisás las nubes, ¿te caés?

- ¡Mamaaaaaaaá...! ¡ Van a dar "Mi pobre Angelito 3"!
- ¡Qué bueno!
- Pero no es el mismo niño. Es como en "Karate Kid": cambian al niño.

- Quiero usar la compu.
- No, ahora nos vamos a bañar y ya salimos.
- ¿Me tengo que bañar? ¡Pero si me bañé ayer! - Refunfuña: - Siempre que vamos a salir tengo que bañarme...