- Mamá, ¿es cierto que las abuelitas hacen cosas como tejer y jugar al poker?

- Má, cuando vos tengas la edad de la abuela... ¿la abuelita  va a estar?


Tragué saliva y le conté que cuando él nació, mi abuela María todavía vivía y que había llegado a conocerlo. "Quizá la abuela Graciela pueda conocer a tu hijo, si algún día tenes uno", le dije.

- ¿Y por qué en la tele pasan siempre programas nuevos? ¿No pueden seguir pasando los que ya hicieron? - me preguntó ni bien terminé de hablar.

A veces resulta imposible seguir el hilo de sus pensamientos...

- Mamá, ¿por qué hay gente que habla poquito?

Recién fuimos a comprar unas pizzas porque yo, desde luego, no pensaba cocinar.

Y cuando nos llegó el turno el niño, que sólo por niño tiene impunidad para hacerme estas cosas (que si fuera más grande, aunque sea mi hijo... lo mataba) anunció en voz alta:

- ¿Sábés qué día es hoy?
- ¿Qué día es? - Preguntó el dueño de la pizzería.
- Hoy es el cumpleaños de mi mamá. - Anunció Ale, divertido.


Y entonces tuve que bancarme con mi mejor sonrisa que todos los empleados y los otros que estaban ahí para comprar, me cantaran el feliz cumpleaños más desafinado que escuché en mi vida.

Y bue. Podría ser peor. Por lo menos ahora ya no está de moda hacerte una "malteada".

- Porque es tu cumple podes ver lo que quieras.
- Ahhh, ¡gracias chanchín!
- De nada, sumadam.
- ¿Qué?
- Así le dicen a las reinas.
- ¿Eso significa que yo soy una reina para vos?
- Cuando es tu cumple, sí.


Frase de Ale del año pasado, para mi cumple.