Estoy sentada en la compu cuando debería estar limpiando. Bah, limpié, el agua que quedó después de baldear todo debería evaporarse sola mientras yo chateo.

El niño mira TV en la pieza de la abuela. De pronto me llama a los gritos, entusiasmado. Voy y me lo encuentro acostado en la cabecera de la cama, sobre una almohada y tapado con la otra.

Me recibe cantando: " ♫ soy un pancho, soy un pancho ♫ ", mientras se mata de risa y esa panchula suavecita con ombligo tentador asoma exibicionista por debajo de la remera.

Me abalanzo sobre él rugiendo: "Te voy a comer la panzaaaaa!", y en su gesto defensivo contra las cosquillas se encoge bruscamente, aplicando un rodillazo sobre mi ceja izquierda que me deja knock out.

Antes de que me de cuenta me pidió perdón tres veces, me hizo "sana sana", me preguntó si ya estaba bien (le dije que sí, y mentía) y me abrazó mientras me hacía mimitos en el pelo.

Todavía me duele la cabeza, pero lo amo. ♥

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